¡Dios me regaló un don maravilloso!, un compromiso y una exigencia conmigo misma, un bien sobrenatural que dista mucho de lo cotidiano, evocador ante el infortunio, presto ante mi inocencia…Dios, se me obsequió en el abrazo del viento, en la luz cálida del sol, en las lágrimas que lloran por mí y en su risa a carcajadas que me extasía como a un niño…Dios, me creó con su don lleno de sabiduría y me hizo a su semejanza con esa pizca tan especial para reconocerme humilde e interiormente extraordinaria…Dios se eclipsa por mí y en soledad se vuelve mi sombra y también, a plena luz, me hace desplegar las alas coloridas de su arco iris…Dios, me regaló un don innato que lleva su envoltura: una seriedad que no me tome tan en serio y una informalidad justificada que rompa la norma…Dios, me toma de la mano cuando ayudo al más necesitado, me susurra al oído en el consuelo que brindo a un hermano y me pone en el pensamiento la esencia del verbo que plasma este don divino que se explaya en mis adentros: ¡amar!...que, por cierto, ¡también lo depositó en tu corazón inmenso!…
domingo, 28 de marzo de 2010
martes, 16 de marzo de 2010
EXILIADA EN NO SÉ DÓNDE...
Exiliada, en cualquier punto de un sentimiento que me ayude a no caer… y si es preciso desfallecer, ¡que me inspire a levantarme!…absorta en la meditación que me ausenta de este mundo hostil para internarme en otro con cántico a plegaria y rictus de paz que ilumine la mirada…preciso ser y no ser de este mundo, me exilio, de vez en vez, sin pasaporte requerido, en esa dulce manía de arrebatarle a la rutina lo que por esencia me corresponde… me voy, con la bandera del que no tiene más patria que la propia libertad y el derecho de amar y ser amado…¡me exilio!, ¡a no sé dónde!…pero me nombro expatriada de lo que no me permite ser feliz…y es que ¡no abandono el barco antes de hundirse!... sólo me libero de lo que me ata como ancla a la pesadez de mi universo…tan sólo eso…lo inevitable es que en el trayecto siempre llueve, mas me cubro de afectos que en mi corazón me llevo…los mismos que en esta vida me sostienen…cuando, ante mi partida, me empieza a lloviznar por dentro…
sábado, 13 de marzo de 2010
AUSENCIA...
La ausencia, ¡es una palabra absurda!, porque el vacío de alguien nunca pasa inadvertido, la ausencia trasmina como la lluvia sobre las paredes del alma y… se ve, se respira, se siente, sí, irónicamente, la ausencia es la más presente…
La “ausencia” debería significar lo contrario, ¿no les pasa que ese vacío se llena de perpetuidad con la evocación del recuerdo de un ser querido en el pensamiento y en la agitación del corazón?…mas, la “ausencia”, así, tan literal, ¡me miente!, me dice que es “cuando algo o alguien no está presente”…pero esa ausencia se llena de recuerdos, de afectos desmedidos y entonces, ¡la ausencia no tiene contención de ninguna especie!, se hace un abismo en donde revolotea la magia de la memoria que todo lo pone en presente con tan sólo cerrar o dejar abiertos los ojos, y luego, la ausencia es propia, se nos viste en la mirada que, perdida en la fascinación de la nostalgia, deambula en libertad por el ayer…
Hoy, me pidió una amiga escritora que regresara a este sitio de fraternidad poética y, entonces… ¡no pude evitar el llanto! porque, en este compás de “ausencia” supe que el eco de aquellas, mis humildes letras, siempre estuvieron a vuestro lado…por eso, y por muchas cosas más, creo firmemente que la “ausencia” no existe…no, cuando se ama demasiado...
La “ausencia” debería significar lo contrario, ¿no les pasa que ese vacío se llena de perpetuidad con la evocación del recuerdo de un ser querido en el pensamiento y en la agitación del corazón?…mas, la “ausencia”, así, tan literal, ¡me miente!, me dice que es “cuando algo o alguien no está presente”…pero esa ausencia se llena de recuerdos, de afectos desmedidos y entonces, ¡la ausencia no tiene contención de ninguna especie!, se hace un abismo en donde revolotea la magia de la memoria que todo lo pone en presente con tan sólo cerrar o dejar abiertos los ojos, y luego, la ausencia es propia, se nos viste en la mirada que, perdida en la fascinación de la nostalgia, deambula en libertad por el ayer…
Hoy, me pidió una amiga escritora que regresara a este sitio de fraternidad poética y, entonces… ¡no pude evitar el llanto! porque, en este compás de “ausencia” supe que el eco de aquellas, mis humildes letras, siempre estuvieron a vuestro lado…por eso, y por muchas cosas más, creo firmemente que la “ausencia” no existe…no, cuando se ama demasiado...
MIL GRACIAS, BIKI, Y A TODOS POR ESTAR AQUÍ...DIOS LES BENDIGA SIEMPRE!!...LORET
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